En otoño también hay buenos planes para planificar una escapada a Andorra. Aprovecha para conocer las nuevas tendencias de moda, degustar un guiso de carne con setas de temporada o descubrir nuevos lugares. Una buena opción es hacer una ruta poco conocida, por el pueblo de Santa Coloma y sus alrededores. Una localidad pintoresca que pertenece a la parroquia de Andorra la Vella y que se sitúa a sus afueras.
Sigue leyendo y descubre todo lo que encontrarás en este itinerario.
Primera parada: una de las novedades culturales del país
Empezaremos en el espacio Columba, relativamente nuevo, que fue inaugurado la pasada primavera. Lo más destacado que verás son las pinturas originales que antaño estaban situadas en el ábside de la iglesia parroquial de Santa Coloma y que fueron arrancadas en los años 30. Después de un largo periplo, por fin han vuelto a Andorra y desde hace solo unos meses se pueden visitar en este espacio. Así que serás de los primeros en admirarlas y conocer su historia ?.
Completan la exposición piezas litúrgicas y del románico de otras iglesias del país situadas en este espacio por motivos de conservación.
Después: arte combinado con nuevas tecnologías
Después de visitar el museo, no puedes perderte la visita a la iglesia. Santa Coloma es una de las capillas más antiguas del país, construida entre los siglos VIII y IX, es de estilo románico. Es de las pocas con el campanario redondo y posee uno de los retablos barrocos mejor conservados del país.
Actualmente, podrás disfrutar de una proyección de vídeo mapping en la que se recrean las pinturas murales, que datan del siglo XII, arrancadas en 1933 y que habrás podido ver en el espacio Columba. No te pierdas la proyección, ¡es única en el Principado!
Descubre el casco antiguo y haz un alto para comer
Cuando salgas de la iglesia, date una vuelta por el casco antiguo del pueblo, para ver de cerca la arquitectura típica andorrana (piedra y madera), y caminar por sus calles totalmente empedradas.
Luego, detente a comer. Si algo hay algo en Andorra: son restaurantes, y no tendrás que caminar mucho para saborear la gastronomía típica del país, de carta o menú diario. Aprovecha el momento para coger fuerzas y retomar el itinerario.
Acaba la ruta desde un punto privilegiado
Ahora toca subir hasta el conjunto medieval de San Vicenç de Enclar, en el que encontraremos uno de los puntos estratégicos desde donde se controlaba la entrada al valle. Solo se puede llegar a pie. Tendrás que caminar unos 30 minutos y subir un poco, entre vegetación, pero vale la pena por las magníficas vistas sobre el pueblo de Santa Coloma. Encontrarás la iglesia de Sant Vicenç de Enclar, también una de las más antiguas de Andorra, restaurada en los años 80, y las ruinas de una fortificación que no llegó a ver acabada su construcción.